Es tan frágil, tan ligero, es un hilo que se puede romper, pero es tan grande, que aunque se rompiese, cada trozo roto, sería de unas dimensiones descomunales, que difícilmente, te puedes deshacer de ellas, y así en la perdición, de asumir, que un olvido, es difícil, te embarcas, en algo que se puede desquebrajar fácilmente en un fallo y a la vez seguir creciendo, sin casi darte cuenta, y sin asumir, a donde llegará, dónde puedes fluir y dejarte llevar.
Y por crecer, me refiero a multiplicarse.
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